Aparezco por aquí de vez en cuando y probablemente os asuste. La continuidad, la regularidad y la homogeneidad hacen gala de su ausencia por aquí y yo tampoco las invito a que vengan porque no suelen caerme bien. O yo a ellas. Anyway.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Cosis.

Tengo problemas con el wifi y con la vida en general. Mañana subiré la entrada de septiembre.

Thanks.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Si no fuera yo

(Habrá más, lo juro. Perdonadme la espera)

No dejo de pensar en todo lo que podría ser, si no fuera yo. Si no fuera yo, tendría el valor de hacer mil y una cosas, y no sería tan estúpida como para intentar otras. Si no fuera yo - y por momentos ojalá que no - no me ahogaría en un vaso vacío aproximadamente cuatro veces por semana mientras intento no odiarme un poco más. Si no fuera yo, quizá no tuviera esa manía de recordarme que soy egoísta, torpe, cruel y demasiado imbécil, que el rencor lo llevo dentro y que exijo a los demás tanto como a mí misma: demasiado.

Si no fuera yo, no me echaría de menos a mí misma mientras me pregunto qué coño me pasa. Creo que hay algo, algo que no funciona bien dentro de mí, que me impide, después de todo, llegar a ser del todo feliz; aun sabiendo que los humanos no somos felices por completo, creo que me falta algo y no sé si quiero saber el qué.

No sabéis lo triste que es saber que tienes algo mal dentro y que todo ese mal lo provocas tú.

31/08/16

domingo, 31 de julio de 2016

De por qué soy un desastre.

Voy a ser breve porque tampoco puedo extenderme mucho.

La entrada de julio no está (y no va a estar) por una serie de cosas aka excusas que ya expondré en la siguiente entrada. Nada grave, lo prometo. Más bien al contrario.

Lo siento de veras.

Con mucho cariño,

31/07/16

martes, 21 de junio de 2016

Lo que surja, sí, pero siempre contigo

POR FIN ES JUNIO.

Bueno, el mes ya está casi acabando pero ya me entendéis.
Ahora ya sí que no tengo excusa para subir poco y tarde, así que más vale que me ponga las pilas ¿no?
Aunque, de momento, sólo os traigo esto. (seguiremos informando)

Lo que surja, sí, pero siempre contigo


Es bonito cuando hablamos de cualquier tema y me dices algo y yo te pregunto que a qué te refieres y entonces, cuando sonríes de vuelta como nadie, es cuando me dices que nada, que sólo a lo que surja y nada más.
Contigo, lo que surja pueden ser tantas, tantísimas cosas, que dejarlo ahí parece un desperdicio de tiempo y de vida. Puede significar una tarde de verano, un día de peli y mantita, puede significar toda una noche en vela, o una vida entera contigo. Contigo, lo que surja no es un plan de última hora deprisa y corriendo, es apurar el segundero hasta el último suspiro. Qué tendrás en la voz y en el alma, que eres capaz de convencerme sin quererlo de que contigo el reloj se confunde entre minutos y segundos, de que la vida da más vueltas si lo hace cogida de tu mano y que cualquier lugar del mundo será especial si te giras de repente para darme un beso. No sé qué tengo yo para que quieras regalarme tu tiempo, incluso el que no tenemos, para pasar dos minutos más a tu lado. Contigo, incluso estaría dispuesta a abrazar la rutina, si es que eso te significa a ti; yo, que vivo colgada de mis alas y que me alejo de los barrotes de las prisiones ajenas, que le tengo pánico a lo gris y a la monotonía y que me muero de ganas de estrellarme contra todos los muros de los callejones impares.
Por ti me rompería todas las falanges del dedo meñique y cerraría las ventanas al viento del este sin romperme el corazón. Por ti, mi amor, esperaría toda la vida, precisamente porque sé que no me lo exigirías. Y quizá sea también porque, contigo, las esperas no son tanto un acto suicida, sino más bien la estela de frío que cruza una estación de tren.
Pero qué voy a decirte a ti, después de todo; qué voy a decirnos si, al final, ya lo sabemos todo.
(Felices diez; felices dos cifras)
(te quiero)

Qué más voy a decir.
Por fin es verano y tengo unas ganas locas
de quemar la máquina de escribir.
No, no tengo.
Estamos trabajando en ello.
Pretendo desabandonar esto un poquito, así que, decidme
¿os apetece que escriba sobre algo en especial?
(no os preocupéis,
que si no me gusta nada ya me las apaño yo)
Pero os lo agradecería.

Con todo el verano por delante,
gracias.

24/06/16

martes, 31 de mayo de 2016

De aristas y esquinas y tuétano fundido.


(No os traigo gran cosa porque bachiller me ocupa la vida pero siempre hay un ratito para la entrada del mes)
PD: para la próxima entrada espero tener algo un poquito más largo. Podréis reclamármelo, que serán vacaciones y ♡♡

Aristas

De aquellos que se atrevan a intentar buscarte la eternidad en las curvas, pobres ingenuos; es que aún no han entendido nada.

Dicen que las curvas son mágicas, y puede que lo sean, pero no lo dirían con la misma intensidad si alguna vez hubieran visto la magia que guardan tus aristas. Y es que eres cortante, hiriente, aguda como la punta de un cuchillo girando en la piedra de afilar, y tienes esquinas en todos tus rincones. Tienes dos paréntesis por clavículas y unas caderas hechas para clavarse en ellas toda la vida, enganchada en tu íleon. Quién no querría estancarse en los huesos de tu hombro, recorrerte las costillas en acordes menores y cortarse las yemas de los dedos al tropezar con las esquinas punzantes. Me río con ganas de todos aquellos que admiren tus curvas. No saben nada de ti. Y es que no hay sensación más bonita que la de encajar con todas tus puntas, clavarse todos tus huesos, uno a uno, y que todas nuestras piezas encajen como un puzzle lleno de azar.

A mí, que ya me has clavado todas tus aristas, ya no hay forma de sacarme tu tuétano de dentro.

No es mucho pero va con amor.
(ya os traeré más)
Como siempre, gracias.
31/05/16


viernes, 22 de abril de 2016

Del veintitrés de abril y cosas bonitas.


Hoy, veintitrés de abril, se celebra el cumpleaños de las letras. Y como nunca les he hecho una felicitación en condiciones - sí, eso tampoco se me da bien - pues ya iba siendo hora.
Tampoco hay mucho más que decir. 

feliz veintitrés de abril.


Estamos hechos de palabras. 

Somos vida, sueño y humo, una estructura inestable que se construye sobre esqueletos de letras, grafías que encajan las unas con las otras estructurando nuestras piezas. Estamos hechos de palabras, porque nuestra esencia reside en ellas.

Eres la primera palabra que dijiste. Eres la primera vez que dijiste te quiero, la primera vez que juraste por ti y sólo por ti, eres tu poema favorito recitado a susurros detrás de un espejo. Eres lo que lees – y cómo lo lees. También eres las letras de todas las canciones que has cantado a voz en grito, y todos los versos que aun sin ser escritos fueron hechos para ti.

 Que de qué vives, si no es de palabras.

Mírame a los ojos y dime que serías lo mismo sin tu libro favorito.

Ojalá que algún día las palabras se te metan tan adentro que no seas capaz de dejarlas ir. Ojalá invadan tu corazón, tu cuerpo y tus carcajadas, y las dejes conquistarte. Que tus huesos se tracen de letras y que detrás de tus ojos hayan versos desconocidos, que creas haber escuchado en alguna parte. Ojalá.

Yo estoy hecha de palabras, y por eso vivo. Porque no es lo mismo vivir que estar vivo; porque, después de todo, como dijo el poeta Halley, "si las palabras se atraen, que se unan entre ellas; y a bailar, que son dos sílabas"

  Feliz cumpleaños a las letras, que hacen tanto por mí.


Me apetecía hacer algo especial.
(Y de paso, ir subiendo antes del 30)

Que el amor a las letras os acompañe.

Muchas, muchíisimas gracias.

23/04/2016

jueves, 31 de marzo de 2016

Querer. O algo parecido.


Feliz marzo. Hoy en vez de treinta es treinta y uno porque no sé las tradiciones están para romperlas y cada vez vivo más a la desesperada.
La entrada de hoy es un poquito más larga y a ver si me acostumbro a ello. Y a ir subiendo a mitad de mes en vez de a finales. Y a subir dos entradas en vez de una. Y a parar el carro, que últimamente desvarío demasiado.
Por cierto, ayer fue el cumpleaños de Van Gogh, no sé si lo sabíais. A mí casi se me pasa felicitarle. (También fue el de otra persona, pero eso ya es cosa mía)
Con cariño:

Quiero.


Querer, por decreto oficial y como primera definición, es  ``tener el deseo, la voluntad o la intención de hacer, poseer o lograr algo.´´   Algo más abajo, allá por la quinta disección de la palabra, es donde encuentro que querer es  ``sentir afecto, cariño o amor por alguien o algo.´´

Si decido ponerme seria, creo que quiero muchas cosas y que, además, quiero muchas cosas; sí, en los dos sentidos de la palabra. Quiero acabar ese libro que aún no he empezado y quiero que llueva mientras escribo sentada con las piernas cruzadas; quiero chocolate, dormir, tirarme por una montaña rusa, organizarme la vida, desorganizármela, hacer la maleta tres veces al mes y deshacerla una, mandar cartas a direcciones aleatorias, ilusionarme con una historia hasta el punto de no ser capaz de dormir. Quiero.

Quiero muchas, muchas cosas. Hay quien diría que demasiadas. Pero hay cosas que quiero con un cariño especial. Escribir. Soñar despierta. Escuchar mis canciones favoritas en directo.

Quererte.

Viajar – contigo –. Hacerte reír hasta que no sepas respirar. Robarte el último trozo de pizza. Guiarte por tu propia ciudad. Dormir contigo. Cantarte mis canciones favoritas. Reírme de ti. Que te rías de mí. Contarte los lunares de la espalda para equivocarme a propósito. Besarte las lágrimas. Hay tantas, tantas cosas, que podría hacerte una lista aún más larga que la lista de mis canciones favoritas. Pero hay una cosa a la que quiero, si eso es posible, aún un poquito más.

A ti.

Y puede que suene como lo más predecible del mundo. Probablemente lo sea. Probablemente también me da igual.

Creo que querer es algo incomprendido hoy en día. Cómo vas a saber lo que es querer, si crees que lo entiendes de verdad.
No creo que haya manera de saber qué es exactamente querer.

Creo que sé que te quiero porque, además de querer entenderte, quiero dejar que seas tú quien me lo explique.


Espero que no hayáis sufrido mucho.
Me deprimo de pensar en todo
lo que aún queda hasta verano, por cierto.
Quién iba a decirme a mí
que tendría ganas de que llegara junio.
En fin, gracias.
31/03/16.


lunes, 29 de febrero de 2016

Ellos no saben nada (y creo que yo tampoco)

Dos entradas por varias razones; porque este febrero es bisiesto y, ya que hay un día más en el calendario, que sea una entrada más, también; porque os debo la de enero (pienso dárosla en pequeñas dosis, no sea que os intoxiquéis) y porque me gustaría acostumbrarme a subir dos entradas al mes pero paro el carro porque me conozco mejor que nadie y probablemente no lo cumpla.
Dichas las gilipolleces varias, ahí va.

Es algo cortito pero que creo que quedó muy bien y no sé, me apetece compartirlo, que es el principal objetivo de este blog.

Ellos no saben nada


Ellos no saben nada.

Hablan de arte, pero nunca te han visto las manos.
Hablan de luz, y de oscuridad, pero nunca han vislumbrado el claroscuro que se te forma en la cara entre la nariz y los labios justo antes de despertar.
Qué van a decirme si nunca han caminado por los surcos de tu ombligo.

Me han hablado de arte, de vida y de sueño, y de todas las cosas que un día quedaron sin hacer, y aún no se han dado cuenta de que nunca han existido por separado. Ingenuos.

Son de los que dicen que otoño empieza en octubre, y no saben nada.

A mí, que sé tan poco, no me hace falta verte nevar para saber que es en ti donde empieza el invierno.


Feliz febrero. Feliz bisiesto.
Haced que un día de más valga la pena.
Con mucho cariño (ootra vez).
Gracias.

29/027/2016

De trenes bisiestos

Dije que subiría dos entradas en febrero así que más tarde que pronto aquí están. Esto es un escrito perdido por ahí que rescaté hace un par de días y me gustó. Es, probablemente, de mayo del año pasado, y me gusta ver cómo cambia y a la vez no mi manera de escribir. No sé. Me gustó. Espero que a vosotros también. No sé muy bien cómo llamarla so no tiene un título concreto. Ahí va.


Ayer soñé con un tren. Era un tren de ida en una estación sin parada y faltaban tres minutos para las diez. Una chica lloraba. Hacía como que no lo sabía. EL esto del vagón fingía que ellos tampoco.

He asistido a muchas comedias. Los actores eran bastante mejores. Compartían nombre - las comedias -. Se llamaban vida.

Yo me sentaba enfrente. A su lado, una mujer me sonrió con aire comprensivo. Su mirada gritaba ''lo siento, niña, qué viaje más incómodo te espera''.

No hay nada que odie más a que me condicionen.

Rebusqué en mi bolsa. Sonreí. Le tendí un pañuelo. No estoy segura de si sucedió en ese orden. Tampoco creo que importe. La chica me sonrió de vuelta.

Llevaba una sonrisa bonita, después de todo. Hay un momento de fragilidad extrema entre el llanto y la risa y creo que si empujas a alguien ahí puede romperse.

Pude hacerlo. Pero no lo hice. Simplemente la miré. Ella me sostuvo la mirada, Hay tan poca gente que mire de verdad hoy en día que me sorprendió. Luego volvió a desaparecer tras las lágrimas.

Se bajó tres paradas más tarde. Justo cuando bajó del tren me percaté de lo más importante.

Era yo.

Y me había saltado mi parada.

Desde entonces odio los trenes.



Por cierto, es mentira.
Que sepáis que ni de coña odio los trenes.
Con un poquito poquitito de cariño
y rogando para que no me juzguéis en exceso;
gracias.

29/02/2016

domingo, 31 de enero de 2016

Problemas técnicos y algo más.

Antes que nada, lo siento. Definitivamente, esta no es la mejor manera de empezar el año en el blog.

Mi wifi ha decidido no funcionar, de modo que estoy escribiendo esto desde el móvil. No puedo publicar una entrada en condiciones ahora mismo; esta ya va a tardar la vida en mandarse con sólo los datos, y organizarlo todo desde aquí - con tan poco margen de tiempo, además - sería un desastre. Así que publicaré la entrada referente a enero apenas mi wifi me lo permita, y mientras tanto, me temo que habrá que esperar. Lo siento, en serio; si es que hay alguien mínimamente interesado, lo siento, aunque no os voy a mentir, sobre todo lo siento por mí. En fin. Prometo compensár(me)(oslo).

Con mucho cariño y un poco - poquito - de ganas de estrangular a alguien.

31-01-16