Aparezco por aquí de vez en cuando y probablemente os asuste. La continuidad, la regularidad y la homogeneidad hacen gala de su ausencia por aquí y yo tampoco las invito a que vengan porque no suelen caerme bien. O yo a ellas. Anyway.

martes, 11 de noviembre de 2014

De dragones salvajes y poesía podrida en sus sinalefas.

Me gustaría decir que he madurado a pesar de que sigo esperando a un dragón al que domar, pero no es así. En realidad, sigo esperando al dragón porque tengo la ilusa esperanza de que sea él el que me haga salvaje a mí.
Me gustaría decir que he madurado aunque me desoriente en el laberinto de mí misma con una facilidad asombrosa; mirando al vacío, o lo que es lo mismo, a mi propio vacío, y desconectando de todo lo que me rodea, sumida en el adireccional flujo de mis pensamientos. Es tan increíblemente fácil desconectar, que no entiendo cómo no caigo en la tentación a cada segundo del día. La gente debería hacerlo. No es bueno madurar. Madurar es pudrirse. Madurar es crecer y no quiero crecer. Quiero seguir siendo poco más de metro y medio de inseguridades escritas en versos en noches de luna creciente. Aunque si esa es la definición de madurar, creo que entonces seguiré siendo una cría para toda la vida. Y no me molesta, porque al fin y al cabo prefiero ser la verdad tejida a versos antes que la mentira vestida de rojo seda. Y los versos son mentiras en sí, pero no es lo mismo mentir para ser veraz que decir la verdad con el fin de mentir.
No sé si me explico. Puede que sean puntos de vista.
(Aunque si es eso lo que son entonces esos dos puntos están frente a frente, desgarrándose con la mirada)
 
 
Debéis estar anonadados.
Dos entradas en menos  de un mes, wow.
Bueno, atribuyámoslo a que estoy
pasando por una -momentánea- racha de felicidad
y me caéis mejor que de costumbre.
sí, sin razón aparente.
aprovechaos.
(De todas maneras no va más allá de unas
250 palabras, pero en fin, algo es algo).
 
Si has llegado hasta aquí,
 
es porque aún te interesa hablar de dragones
 
y de versos marchitos.
 
Eres bienvenidx,
este blog no es para todos los públicos.
 
(Hoy, ya que estoy poética,
la entrada se dedica a aquellos aún capaces de soñar)
 
11-11-14.